Este fin de semana asistimos a la puesta en escena de Flores en el ático basada en el libro de V. C. Andrews. Y dirigida por Gustavo Meillon.
La historia nos narra lo que los niños #Dollanganger tiene que sufrir al Morir su padre, Katherine, Christopher, Carrie y Cory son llevados por su madre Corrine a casa de su abuela, con la promesa de una mejor vida, sin saber que no es más que el comienzo de una época de Cautiverio.
Los protagonistas son obligados a vivir en un ático y privados de todo contacto con el exterior y torturados por su abuela, fanática de la religión que vive acusándolos de un pecado que ellos no cometieron, pero que con las circunstancias y el tiempo se vuelve a repetir y que por culpa de la ambición y crueldad de su madre termina esta historia en tragedia.
En cuanto a la obra, tuvo sus cambios como era de esperarse, unas actuaciones bastante malas (exceptuando a la abuela y Christopher) y lleno de un drama un poco innecesario, fallos en los diálogos y en montaje (la producción)
Definitivamente me quedo con la historia de los libros y la película (version de 1987) que quiza no sea perfecta, pero se acerca bastante.